Sigo con
interés la columna avispada de Manuel Vicent en El País. Del autor valenciano leí hace tiempo Tranvía a la Malvarrosa,
una novela entretenida y de iniciación entre la adolescencia y juventud que realiza el
protagonista hacia la playa de la Malvarrosa y últimamente Aguirre, el magnífico,
una novela biografiada de la vida fantasmagórica de Jesús Aguirre. Esta última lectura me dejó un regusto que avivó mi interés literario sobre Vicent.
Ahora
he caído de nuevo en sus redes y he terminado una historia
ficcionada de un triángulo formado por un príncipe, un político
ambicioso y una mujer rubia de ojos azules acuáticos. El
azar de la mujer rubia descansa
en una crónica novelada de estos tres personajes durante la
Transición convulsiva española.
El
17 de julio de 2008, el rey Juan Carlos
visita a Adolfo Suárez
en su casa de la Florida, en las afueras de Madrid, para entregarle
el collar de la insigne Orden del Toisón de Oro. De aquel encuentro
queda un documento gráfico impactante donde se ve al monarca echando
el brazo por el hombro al primer presidente de la democracia. Suárez
había perdido la memoria. Ya no conocía ni las voces de sus
allegados y conocidos. El Alzheimer le arrebató sus muchos recuerdos.
Así
arranca El azar de la mujer rubia,
un artefacto literario que va desde los últimos días de la vida del
dictador hasta nuestros días. Manuel Vicent
sabe que la literatura no copia, sino que recrea la historia. Y lo
hace con la fuerza de uno de los protagonistas fundamentales, Carmen
Díez de Rivera, la musa de la
transición que ejerció un papel decisivo en la fulgurante carrera
política de Suarez y
a quien Vicent le da
relevancia en la fontanería de la democracia que nacía.
Una
historia amena, llena de confidencias y anécdotas. Contada con una
pluma clara y acerada, donde la sátira también predomina. En suma,
novela evocadora, inteligente, divertida y nostálgica a retazos. El
autor concluye con una salvedad a los lectores: “...En
esta historia he creado un juego literario entre la realidad y la
ficción, cuyas reglas, no me cabe duda, serán comprendidas y
aceptadas por cualquier lector agudo”.
Bocanegra, me alegro que comentes este libro que lo tengo en cartera. También soy admirador de Vicent del que he leído casi toda su obra. Estoy esperando que lo publique "Círculo de Lectores". Por cierto, he leido en Babelia la crítica del libro "El cantante de Gospel" de Harry Crews, autor de los llamados "malditos" y del que tengo pocas referencias. Si has leido algo suyo me gustaría que lo indicaras en tu blog o me lo comentaras personalmente cuando nos veamos.
ResponderEliminarG.T.T.
Amigo Tracker: De este outsider no he leído nada, pero tu reseña me anima a tenerlo en cuenta para mis próximas lecturas. Algo conocía de su vida disoluta: boxeador, marine en Corea, motero, etc..., pero de su producción literaria nada. Hay una novela de este explosivo autor que me seduce y me la apunto en mi agenda para sumergirme en ella, se titula "Car" y trata de un hombre tan apasionado de los coches que se come un Ford pieza a pieza.
EliminarUn abrazo, L.B.