Prohibido
entrar sin pantalones, editado por Seix Barral, es un
libro con un arranque contundente: “Maiakovski tenía
dieciocho años, dieciséis dientes podridos, dos hermanas y un solo
lector. Escribía poesía lírica pero roncaba como un poeta
épico...”. Una biografía novelada, sátira, ensayo, pero, sobre todo, un homenaje apasionado a Maiakovski, una figura
irreverente pero avasalladora y luminosamente contradictoria, escrita
en casi cuatrocientas páginas, bien documentada y que encierra una historia de
la poesía de la Rusia finisecular desde los zares hasta Stalin.
Es en este período donde surgen los futuristas, los simbolistas y
los acmeístas. Hay también una lectura biografiada del
protagonista: sus viajes, sus amigos y las relaciones ardorosas con
sus amantes. El desarrollo de la novela está estructurado en cincuenta capítulos, sin numerar, pero todos titulados, en los que se recrea,
mediante una cronología lineal, la biografía poética, amorosa y
política de Vladimir Maiakovski, desde los inicios como poeta
vanguardista y su lucha por el futurismo en Rusia, hasta alcanzar la
cima como poeta nacional, encumbrado por la revolución bolchevique,
y su caída en desgracia, a manos de los nuevos dirigentes
estalinistas que le acusaron de elitista disfrazado de obrero. La
vida del poeta y sus efusivos amoríos son dos ingredientes continuos
que fluyen en la narración. Esto y los lugares emblemáticos de la
cultura del siglo XX, como San Petersburgo, Moscú, Berlín, París y
Nueva York, reflejados en varios episodios, suman y acrecientan el
interés de este libro, en el que se debate la relación entre literatura
y poder. Destacan estos vaivenes viajeros y la importancia duradera
del triángulo amoroso que sostiene el poeta con Lilly y Ósip
Brik, este último, admirador y devoto de la poesía de
Maiakovski, y abnegado esposo y consentidor de una mujer
adorable y lujuriosa.
Vladimir Maiakovski |
Quizás
Prohibido entrar sin pantalones
adolece de cierta tensión narrativa y a veces la labor documental
exhibida se resienta sobre la trama y el ritmo de la novela, pero el
artefacto literario ideado por Bonilla
es todo un reto considerable y digno de encomio que salva sus
defectos, con un final dramático bien resuelto. Bonilla
se deja seducir incondicionalmente por la fuerza literaria de
Maiakovski
y con esta recreación se hace testigo y notario de cómo el poder
establecido devora al poeta del pueblo.
Prohibido entrar sin pantalones
es una novela documental y deslumbrante, muy bien escrita, que recrea
la figura literaria del poeta Maiakovski
y su contexto vital. Juan
Bonilla añade a su prosa
un halo canalla con gotas de humor que intenta hacer
cómplice al lector de la visión contestataria y rebelde de este
carismático vanguardista de las letras.
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