Llovía
a cántaros aquel martes sobre París. Eramos cuatro amigos
deambulando por el asfalto anegado, ocasionales intrépidos
sorteando la cortina de agua que nos caía y con la única protección
de dos endebles paraguas comprados en una tienda de suvenires. En mi
caso, era la cuarta vez que visitaba la capital del Sena y en esta
ocasión, a pesar del día de perros que se presentó, sí pude
cumplir con el propósito de visitar la celebérrima librería
Shakespeare and Company.
Dice
el escritor Alberto Manguel que las verdaderas librerías
tienen algo de templo y algo de posada. Desde luego, esa dualidad
responde al espíritu de Shakespeare and Company, un
auténtico templo, no sólo porque se percibe el ambiente vetusto y
sagrado de los libros, sino también por su recogimiento y refugio de
lectores o curiosos turistas en pos de una foto delante de su
fachada.
De
regreso a casa, retomé los últimos capítulos del libro que me
había llevado de viaje por tierras galas, La librería más
famosa del mundo, de Jeremy Mercer (Ottawa, 1971), una
crónica bohemia novelada cuyo escenario principal de la historia se
desarrolla en la legendaria librería Shakespeare and Company,
la misma que visité empapado hasta los huesos un martes aciago.
Jeremy
Mercer es un cronista canadiense de sucesos escabrosos al que una
amenza de muerte le hace poner pies en polvorosa y aterriza en París,
literalmente con lo puesto, acabando por puro azar a las puertas de
Shakespeare and Company, refugio y hogar de escritores
vagabundos. El joven Mercer fue, por tanto, uno de esos
inquilinos recogidos bajo la tutela del propietario del
establecimiento, George Whitman, un librero genial y estrafalario que se había instalado en París en 1951. Después de abrir
su primera librería con el nombre de Mistral, obtiene el
permiso de Sylvia Beach para cambiar el nombre y refundar la
mítica Shakespeare and Company en un enclave maravilloso, a
la orilla del Sena frente a Notre Dame.
Mercer
consigue la protección de Whitman y esto le permitirá
conocer los pormenores de la vida del viejo americano, el entorno
creado por este amante de los libros y la bohemia literaria que
desfila por las plantas de su librería. El relato de Mercer
transita sobre el mito de Shakespeare and Company, fundada en
1919 por Sylvia Beach, un lugar que desde sus inicios se había
convertido en el punto de encuentro y estancia de una generación
inolvidable de escritores de la talla de Fitzgerald, Joyce
y Hemingway, hasta el fatídico año de 1941 que fue
clausurada por los nazis durante la ocupación alemana de París.
Después de la muerte de Sylvia Beach en 1962, Whitman
se interesa por los escritores de la generación beat y abre sus
puertas a transeuntes necesitados de techo, imbuido por el espíritu
comunitario de Jack Kerouac y otros, como Allen Ginsberg.
Jeremy Mercer |
La
librería más famosa del mundo, publicada por el sello editorial Malpaso, es una historia amena y
sentida en la que el narrador-testigo, el propio Mercer,
cuenta lo que sucede entre las bambalinas del teatro vivo y literario
que representa Shakespeare and Company, un lugar compartido
por escritores bohemios en compañía de los miles de libros que dan
sustento a sus vidas y a sus sueños librescos, gracias a la
generosidad de un extravagante emprendedor como George Whitman.
Jeremy
Mercer ha sido capaz de trasladar al lector la excepcionalidad de
un un viejo loco irrepetible, George Whitman, que fue capaz de crear en torno a los libros un refugio para almas sin apegos, un
mundo de ensueño y utopía.
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