En
menos de cien páginas, el talento de Echenoz
vuelve a cautivar a sus incondicionales. Su escritura, precisa y meticulosa, solo necesita
quince capítulos concisos y el guarismo del título, como sorpresa,
para atraparnos en una historia estremecedora. Cinco hombres se van
al frente, una mujer espera el regreso de dos de ellos. Falta conocer
cuándo regresarán y en qué estado. El tiempo narrativo coincide
con el hecho histórico de la Gran Guerra de 1914, cuyo centenario se
conmemorará dentro de unos meses. El asesinato
en Sarajevo de Francisco Fernando fue la excusa para
que el viejo y decadente Habsburgo, Francisco José, decretara
una guerra mundial que traería consecuencias desastrosas para la
vieja Europa.
Echenoz
traza una minúscula joya narrativa, repleta de lirismo, entre la
pólvora y la muerte, sobre una contienda estúpida y trágica. En 14
vemos a soldados rodeados de balas y bayonetas, que se mueven por el laberinto de las trincheras, sorteando
piojos y miserias, esquivando la muerte. La novela 14,
editada por Anagrama, es una crónica llena de pequeños
detalles sobre la rutina de la época, elaborada de manera
meticulosa, con el oficio de un artesano que esculpe y pulimenta su
obra. Echenoz evita utilizar sentencias que resulten
grandilocuentes. Al autor de Al piano le interesa más
contar con pocas pretensiones, pero con el recurso necesario de la
tensión narrativa, sin caer en la digresión y otros artificios.
Esta micronovela es un paradigma literario magnífico de lo que
significó para millones de europeos el sinsentido de una guerra,
decretada por la paranoia de un patético emperador para vengar el
asesinato de su sobrino. 14 es una tragedia coral,
desde el inicio, que arranca con la movilización al frente de los
habitantes del pequeño pueblo de la región francesa de la Vendeé,
hasta el desenlace conmovedor del nacimiento del hijo de Anthime
tras el desastre. Echenoz se abstiene de usar proclamas y alegatos
antibelicistas, porque a él lo que le interesa es poner voz a sus
personajes, y lo logra de un modo eficaz y elegante, gracias a su
prosa impecable, minimalista y virtuosa, sin esquivar las
recreaciones escabrosas del espanto de la guerra.
14
es un libro escrito con precisión y medida, sin más artificio que
la concisión y la elipsis, con pasajes luminosos y estampas líricas
repletas de significados, que viene a demostrar que en la literatura
es posible el milagro: cómo muchos textos monográficos, extensos y
eruditos son arrasados por la luminosidad de otros, más emotivos,
bellos y mínimos.