Círculo
de Lectores cuenta ya con cincuenta y dos años de historia.
Tiene su mérito, no solo por su continuidad como club de referencia
en el mundo del libro y la cultura, sino también por ser un
reconocido sello editorial. Mis intermitencias como socio no me han
impedido seguir de cerca sus novedades, y desde que lanzaron en 1995
Galaxia Gutenberg, el segundo sello editorial, muchos libros
del catálogo de autores internacionales, incorporados por esta
elegante firma, han ido ocupando notoriedad en mi biblioteca
particular.
El
último pedido que me entregó la semana pasada mi agente del
Círculo ha supuesto para mí una gran sorpresa. Nada conocía
hasta el momento de Dacia Maraini (Florencia, 1936), ni sabía
de su relación sentimental con uno de los grandes escritores
italianos del momento, Alberto Moravia. Su dedicación
posterior al teatro hizo crecer más la internacionalidad de su obra,
y, según afirma la crítica, Maraini es actualmente la más
conocida de las escritoras italianas y la más traducida en el mundo.
Solo me animé por el título tan sugerente del libro y por el tema
narrativo que prometía su recompensa. De manera que este encuentro con
la florentina por medio de su libro Amor robado,
editado en 2013 por Galaxia Gutenberg ha sido todo un hallazgo lleno de buena literatura.
Los
ocho relatos de Amor robado son narraciones
sobrecogedoras protagonizadas por mujeres sometidas a violencia de
género; mujeres bajo el férreo control psicológico de sus
parejas, malos tratos, vejaciones, asesinatos o secuestros
obsesivos... Todos los relatos son espeluznantes y propinan duros
latigazos al corazón del lector. Una panoplia de historias aisladas
que contienen una veracidad espantosa, escritas con frescura y
dinamismo, pero, lo mejor, lo pone Maraini, gracias a su tono
literario, al presentarnos cada historia con la distancia necesaria
para mostrarse neutral y dejar que el lector juzgue por sí mismo.
Los personajes femeninos que aparecen en los relatos son mujeres
confiadas y víctimas pasivas que reciben los golpes con estoicismo,
mujeres fuertes que luchan y que casi siempre pierden, pero que no se
rinden y resisten al miedo. Frente a ellas, sus compañeros, amantes
o maridos, se alzan, y confunden la pasión con la posesión, hasta considerar que las doblegan.
En
todos los relatos que componen Amor robado encontramos
dudas y sospechas en el comportamiento del hombre, hasta el punto de indignar la
conciencia del lector. Así en Marina se ha caído por las
escaleras, una mujer recién
casada se niega a denunciar a su marido que la golpea y humilla a
diario; en Crónica de una violación colectiva,
Francesca, con apenas trece años, es atacada y violada por cuatro
compañeros de colegio que serán absueltos por una justicia laxa, y
perdonados por la ceguera de la opinión pública; en el relato de
Ale y el niño no nato,
la orgullosa Alexandra decide mantener su dignidad y renuncia a traer
al mundo un hijo fruto de una violación. La esposa secreta
y Anna y el Moro son
los episodios más sobrecogedores y espeluznantes por la perversidad
y monstruosidad del primero y la brutalidad y crueldad del último.
La escritura de Dacia
Maraini viene de la
indignación clara contra la injusticia del sometimiento de la mujer al hombre, y está llena de valentía y oficio narrativo. Amor
robado describe un mundo de
víctimas calladas, valiéndose de unos relatos cortos y ágiles,
donde la verosimilitud se identifica con la cruda realidad que leemos
en las noticias de la prensa diaria. Es un libro-denuncia que debe servir para rearmarse de moral y valor ante la injusticia que ha significado a lo largo de la historia el machismo impune.
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