En
1885 tiene lugar, en la capital alemana, la conferencia de naciones
colonizadoras europeas, a instancias del canciller Bismarck.
Por aquel entonces, Alemania, Francia e Inglaterra habían consagrado
todo un imperio a golpe de sable y ametralladora. El Congreso de
Berlín reúne principalmente a estos representantes poderosos de
Europa y, sobre un atlas, se repartirán las fronteras de Africa. En
aquel encuentro, el mítico Stanley, que había encontrado
años atrás a Livingstone, asiste en representación del rey
de los belgas y propietario del Congo. Ese mismo año, el poeta
francés Arthur Rimbaud transporta a lomos de camellos dos mil
fusiles y sesenta mil cartuchos para el rey Menelik de Abisinia...
En
este escenario europeo transcurre la vida aventurera del protagonista
de la novela Peste & Cólera (Anagrama,
2014), Alexandre Yersin, un científico suizo que a los 22
años se traslada a París para trabajar a las órdenes del viejo y
honorable Louis Pasteur. Yersin descubre por la prensa
de aquellos días la vida del explorador escocés David
Livingstone y se convierte en un ferviente admirador suyo.
El
libro del francés Patrick Deville (Saint-Brevin-les-Pins,
1957) es un homenaje a este extraordinario personaje, extravagante
aventurero y concienzudo investigador Alexandre Yersin y,
también, una exaltación de la novela de aventuras como epopeya.
Deville aprovecha las hazañas emprendidas por su héroe para
narrar todo un siglo de efervescencias científicas, descubrimientos
médicos y convulsiones políticas allende los mares, en los
continentes de África y Asia.
Deville
se apoya en cartas, testimonios, archivos y voces de otros para
construir la biografía del científico helvético, un hombre
solitario y emprendedor, tan enamorado de su profesión como obsesivo
por la aventura, que se formó en los laboratorios de Pasteur
y que abandonó París para viajar por Asia. En aquellas tierras,
descubrió el bacilo de la peste bubónica, bautizado en su honor
como yersina pestis.
Patrick Deville |
No
me atevería a señalar que Peste & Cólera sea
una obra maestra, algo que ya hizo el gran gurú de la lectura
Alberto Manguel pero, para ser honesto conmigo mismo, el libro
de Deville me parece una obra interesantísima, ambiciosa y
erudita, escrita con vivacidad y maestría, una historia que
cautivará a todo lector apasionado del espíritu aventurero.