El
pasado 25 de Agosto, mi amigo Javier Munguía posteó
en su muro de Facebook unos fragmentos de la entrevista de Samanta
Schweblin a Ana
María Shua (Buenos
Aires, 1951), publicada al final del volumen Contra el
tiempo, editado este año
por Páginas de Espuma.
Contra el tiempo es el volumen tercero de la colección Vivir del cuento, una apuesta del sello que dirige Juan Casamayor sobre autores actuales consagrados a este género. Esta edición está supervisada y prologada por la cuentista argentina Samanta Schweblin.
Contra el tiempo es el volumen tercero de la colección Vivir del cuento, una apuesta del sello que dirige Juan Casamayor sobre autores actuales consagrados a este género. Esta edición está supervisada y prologada por la cuentista argentina Samanta Schweblin.
De
Ana María Shua
conocía su magisterio en el subgénero de los microrrelatos, gracias
a un libro precioso e insólito que Ediciones
Thule lanzó hace siete
años bajo el título de Mil y un cuentos de una línea,
antologado y con prólogo de Aloe
Zi. En este
texto, junto a decenas de grandes autores de l género, aparecen
51 minificciones de “la reina del microrrelato”, como se la conoce a esta escritora bonaerense.
En
Contra el tiempo
Samanta
selecciona dieciséis cuentos donde la trama narrativa de Shua
se mueve entre la realidad y el sueño o la pesadilla, entre lo
fantástico y lo meramente cotidiano, por medio de situaciones
extremas que traspasan lo absurdo y pueden llegar a precipicios no
exentos de crueldad. En esta antología aparece toda la paleta de
colores que Ana María
Shua dispone para
presentar a los personajes de sus cuentos. Además, bajo esta
apariencia de cotidianidad sencilla ocurren cosas extrañas que dejan perplejo al lector, ya que la mayoría de los relatos concluyen en
finales abiertos y sorpresivos que estimulan a que este siga ahondando en lo contado.
Los relatos de esta obra hablan por sí mismos de la especial
mirada narrativa de su creadora, una mezcla de sarcasmo tenebroso e
inocencia que logran desasosegar al lector. En general, los cuentos de
Ana María Shua
plantean situaciones corrientes que desembocan en lo ominoso o
predicen una oscura amenaza. El título del volumen justifica
sobradamente la selección, ya que en muchos relatos, el
tiempo es materia psicológica e imprescindible para el desarrollo
narrativo. Los días de pesca,
(cuento que la autora dedicó a su padre), alude a la infancia y al
contrapunto del padre pescado por la muerte, El viejo en el
jardín, una retrospectiva del
tiempo de juventud desde la vejez, La señora Luisa contra
el tiempo, despliegue de pequeños detalles para incidir en el destino o La columna
vertebral, los recuerdos y
añoranzas de unos tiempos de juventud y revolución... Finalmente,
el libro ofrece la entrevista aludida entre ambas
escritoras que no tiene desperdicios, llena de franquezas y de guiños
en la que Shua
repasa su formación lectora y reflexiona sobre su mundo literario.
Contra el tiempo
es un libro para lectores imaginativos e inconformistas que amen los
finales abiertos, un libro que hechiza por su maestría, porque agarra desde las primeras palabras de cada historia y vaticina las
desgracias y amenazas venideras, que va más allá de las voces de
sus personajes y el latido de sus cuerpos.
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