Leer
a Sergi Pàmies (París, 1960) es un pasaporte para habitar un
mundo cotidiano lleno de ironía y humor. Pàmies,
articulista, traductor y crítico de televisión es un escritor
polifacético que se siente a gusto en el relato breve y confiesa, de
forma muy ingeniosa, que el cambio de su mundo narrativo al cuento
sucede cuando llegaron sus hijos al hogar. La novela -afirma-
es tan posesiva que absorbe al ciento por ciento, mientras que el
cuento, que es más promiscuo, permite que el tiempo sea más
elástico y, en caso de encallar en la resolución de una historia,
pues comienzas con otra.
Canciones
de amor y de lluvia
(editorial Anagrama)
es lo último que el barcelonés vierte al castellano. Se trata de 26
relatos que transitan por la vulnerabilidad y los quehaceres más
absurdos de la edad madura en los que recoje muchos episodios de su
autobiografía, como la muerte de su madre o la visita que hizo a
Paul Auster en Nueva York. Esta incursión familiar ya la
experimentó en su anterior libro, La bicicleta estática,
donde testimonia la pérdida de su padre.
Los
libros de relatos de Pàmies se leen rápido y dejan un
regusto que invita irresistiblemente a una relectura, algo propio de
todo buen relato. En Canciones de amor y de lluvia hay
cuentos de temática variada: cuentos de amor y desamor, relatos de
encuentros absurdos e historias de guerra rescatadas de las
experiencias familiares del escritor catalán. Hay una melodía
subyacente sobre el amor que se hace visible en, al menos, seís de
estos breves relatos que, como en el cine, cuando chispea se abre el
paraguas para acercar a los enamorados. El cuento Dos coches mal
aparcados sostiene que el amor puede terminar en un pispás. Sin
embargo, el titulado Nicho es
un drama familiar autobiográfico que ocurre durante la Guerra Civil.
En otro relato, Fu Manchú,
se cuenta cómo unas mujeres republicanas entran en el cine a
interrumpir la sesión. Con Bufanda,
Sergi Pàmies
hace un homenaje a su madre a modo de crónica de los últimos meses
de su vida. Pero, sin duda, Última canción deslumbra
con la historia de una pareja que se desinfla y derrumba, capaz de
vivir de espaldas a una vida en común ya sin pálpitos.
Los
cuentos de estas Canciones de amor y lluvia
rezuman melancolía y acidez, sin dejar de ser refrescantes, gracias
a esa escritura ágil e imaginativa donde no falta la parodia y la
caricatura. Se percibe la visión agridulce que tiene Pàmies
del mundo. Lo que si se constata es que Sergi
Pàmies se encuentra en
plena madurez creativa, capaz de atravesar cualquier frontera con su
sesgo único, pues a pesar de la dureza recóndita de las historias
del libro, nos depara alegría a los lectores con sus remedios:
ironía ante el desencanto, esperanza sobre lo inútil y aceptación
del mundo de manera discreta.
Con
Canciones de amor y lluvia
Pàmies
se aúpa por méritos propios en el podio de los escritores españoles
del género breve, gracias a su talento narrativo, de inimitable
humor contenido y serio, que le confiere el don de ser un cuentista
inclasificable, que hechiza y no se parece a nadie.
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