martes, 28 de diciembre de 2021

Cuentos oscuros


La literatura es un campo de transformaciones, un laboratorio desde donde la realidad se configura en moldes de misterio, de conciencia y de lenguaje. El agente capaz de llevar a cabo estas transformaciones es la palabra, el orden de su disposición y, desde luego, su inventiva. Para hacerlo posible, el escritor cuenta con su imaginación conformada de tiempo y de lapsus. La intervención del tiempo no es gratuita, se hace necesaria y fundamental. El tiempo es el motor que vuelve operativo al mito del relato, el que contribuye a resaltarlo y reinventar su misterio. Es la dimensión que apela a contar la realidad del mundo y sus rarezas como si sucediera por primera vez.

Esa proyección del tiempo es, propiamente dicho, el tesoro relevante de una obra literaria, el cauce indispensable para su buen fin. Diría que los trece relatos reunidos en De un mundo raro (InLimbo, 2021), de la escritora ecuatoriana Solange Rodríguez Pappe (Guayaquil, 1976) andan estrechamente vinculados a ese dictado en el que el tiempo y la tradición lo conforman todo, hasta lo indecible, pero aquí, de forma inquietante. Cada uno de sus cuentos, al igual que cualquier organismo vivo, desafía su tiempo dispuesto, a punto de mostrarse irrepetible por extraño que parezca. Son fábulas que vienen con un ropaje que medran para llevarnos desde lo secreto hasta el más allá de sus rarezas.

En la misma medida, bajo ese mismo manto de extrañezas, se esconde igualmente la conflictividad existencial de sus personajes, así como la incertidumbre y el miedo inquietante que rodean a sus vidas. Quienes transitan por estas historias son seres atrapados en sus soledades y anhelos, residen en esa constante contradicción que supone vivir una existencia insólita, con sus apegos y distancias, pero, sobre todo, sin apenas notoriedad. Los relatos de Solange Rodríguez contienen un universo habitado por esa clase de seres de aparente vida inane, ocultos tras la realidad en la que moran, en la frontera con lo desconocido. Cada uno de ellos anda ocupado en lo que le ha tocado en suerte, con cierto aire de fatalidad y de pasmosa resignación.

En el primero de los relatos, el narrador comparte con otros personajes el sentido de contar historias desde la propia vida, desde la tradición como fuente de inspiración. Asevera que “la literatura es una convocatoria a fuerzas ingobernables que no terminamos de entender”, una declaración luminosa que, en los siguientes cuentos, se hacen eco con más ímpetu. Como así ocurre en Noches de difuntos o en Compañeros de viajes, dos relatos inquietantes que intercambian experiencias con la muerte y sus fantasmas. La presencia de animales, como perros, gatos, ciervos, extraterrestres y otras especies forman también un buen número de historias que propician anomalías e, incluso, desastres domésticos.

En la mayoría de ellas, y así lo deja entrever Giovanna Rivero en el prólogo del libro, Solange urde, con brillante eficacia, una trama variada y singular por la que confluyen sus hilos en un nudo final del que suelen quedar destellos turbadores con los que el lector tendrá que jugar durante un tiempo a engarzarlos. De un mundo raro es un libro de atmósfera hipnótica, con voces narrativas cercanas e íntimas, absorbidas por lo que están contando. Da igual que el cuento esté narrado en primera persona o en tercera, porque lo que le interesa a su autora es la virtud de esa voz singular, su capacidad de provocar el desconcierto en el lector, transitando por el secreto de las vidas retraídas y desamparadas de sus protagonistas, seres de vida nada común, sobrecogidos por el capricho y por la fiereza del destino.


Son cuentos oscuros que seducen y asustan por igual, sí, pero atisban un sesgo recóndito de esperanzas. Uno termina de leerlos y queda arrobado por lo que poseen de intuitivo y pavoroso, por su ritmo intenso y estilo expresivo que abarca todos los sentidos, un libro escrito desde la tradición de la invención, mediante un lenguaje vívido que subyuga al situarse más allá de lo verbal. Por eso engancha, por su embrujo.

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