martes, 8 de marzo de 2022

Náufragos del Yucatán


La novela es un género proteico, cuyo contenido y forma se manifiestan de múltiples maneras. Por eso mismo, la novela es un espacio libre y abierto que atiende a una diversidad de inventivas por las que transita una narrativa en la que su naturaleza propia deja paso a todo tipo de escenarios posibles y, desde luego, a acontecimientos colectivos o personales que nos ponen en contacto con la realidad histórica concreta del momento presente, pretérito o futuro en la que se hallan inmersos los personajes que la protagonizan.

En la trayectoria narrativa de Julio Castedo (Madrid, 1964) destaca precisamente esa relación estrecha establecida entre la literatura y la historia, con una clara voluntad de aprovechar el cauce de la historia como elemento clave de la trama de sus novelas, como es el caso de Rey don Pedro (2021), un relato cuyo tiempo recobrado viene marcado por la memoria y el mundo interior del personaje histórico que pone voz al texto. A todo esto, sabe Castedo que para contar una historia lo primero que hace falta es construirse un mundo amueblado, hasta los últimos detalles, un mundo en el que los personajes tengan su vida propia y en el que el autor, como médium, los haga actuar siguiendo sus propias sugerencias e instinto.

Castedo vuelve al género con una novela galardonada con el Premio Jaén de Novela para llevarnos a un escenario de ultramar y contarnos la extraordinaria aventura de los náufragos del Yucatán, una asombrosa historia que nos sitúa en los confines de la conquista española en aquel siglo XVI heroico, del que tanto dejó escrito Bernal Díaz del Castillo en su colosal Historia verdadera de la conquista de Nueva España, la gran crónica de Indias y una de las obras clásicas de la literatura española. El Renegado (Almuzara, 2021) es una intrigante peripecia narrativa que rescata las vidas de Jerónimo Aguilar, un joven clérigo ecijano, y de Gonzalo Guerrero, soldado vigoroso y hombre de mar, natural de Palos de la Frontera, que aparecen en unos capítulos del libro de Díaz del Castillo; dos hombres curtidos en avatares y contratiempos, únicos supervivientes de aquel grupo de náufragos que llegaron a la isla de Cozumel frente a la península de Yucatán.

Ambos formaban parte de la expedición de la carabela que surcaba el Mar de las Antillas bajo las órdenes de Valdivia a finales de 1511. Mientras se dirigían en aquella misión especial desde Panamá a la isla de La Española, un temporal de gran magnitud hizo que el navío naufragara empujándolo a los bancos de arena de la costa, cerca de Jamaica. En una de sus canoas de salvamento, un grupo formado tan solo por veinte hombres consiguieron alcanzar la costa oriental de Yucatán. Arribaron allí con la mitad de ellos vivos, sin comida ni agua. Los indígenas del lugar los capturaron, sacrificaron al capitán y a cuatro hombres más, y se los comieron durante la ceremonia ritual. Al resto los encerraron en jaulas con la intención de engordarlos para un festín próximo. Pudieron escapar de noche, huyendo por el interior de la jungla. Fueron perseguidos y aniquilados, con la excepción de Jerónimo y Gonzalo, que lograron salvar el pellejo, gracias a la destreza y bravura de este último.

La novela de Castedo nos cuenta cómo estos dos hombres, “dos soldados, novato uno y veterano el otro, entablaron esa forma de amistad que rebasa la camaradería y que sitúa a un hombre frente a los ojos de su compañero como si fuera su hermano”. Después, cada uno a su aire, emprenderán su odisea por la isla, un perímetro delimitado por tribus de indígenas a las que tendrán que ir sorteando para continuar vivos. Sus vidas, marcadas por la huida y el desasosiego, se expondrán además al peligro interior de la jungla, una suerte de travesía obligada como defensa y nada propicia para ponerse a salvo de depredadores como el jaguar.

El Renegado es un relato intenso y ameno a la vez, una novela bien urdida bajo el impulso de la épica que viven sus dos protagonistas, dos hombres en lucha por la supervivencia. Pero, sobre todo, es la apasionante historia de Gonzalo Guerrero, el primer desertor abducido por la cultura indígena mexicana. Podríamos decir que se trata del primer español que alcanzó liderar una tribu maya, formar en su seno una familia con una indígena y, por tanto, propiciar el mestizaje hispanoamericano. Castedo resalta su figura y lo hace sobreponiendo el valor y la entereza de su personaje ante el destino incierto, un hombre cabal pero decidido a encauzar su vida, movido por el amor de una mujer, pese a la dificultad de adaptarse a una comunidad cuya cultura nada tenía que ver con la suya, pero que le permitió renacer y convertirse en otra persona.


Cuenta el autor al final de la obra que esta historia le cautivó de la misma forma que lo hizo la historia que cuenta en otro libro suyo, El fotógrafo de cadáveres (2017), surgido de una conversación entre amigos. En esta ocasión, El Renegado nace de un encuentro con su amigo, el antropólogo mexicano Gerardo Bola Juárez, quien le cuenta la epopeya de aquellos náufragos del Yucatán, y le enciende su interés por escribir un relato que arranca de un alumbramiento, para acabar en una recreación emotiva desde el filtro y perspectiva de un narrador omnisciente que pone en alza el valor de una figura inolvidable y noble, como fue Gonzalo Guerrero.

El Renegado es una novela entretenida, escrita con una prosa ágil y limpia, un relato lleno de imágenes y descripciones evocadoras que se sostienen, no solo por su cordón histórico, ni el contrafuerte de conquistas y aventuras que lo animan, sino, sencillamente, por el pálpito humano que lo sacude desde el laberinto de la Historia.


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