Los
cuentos de El matrimonio de los peces rojos (Edit. Páginas
de espuma) de la escritora mexicana Guadalupe Nettel
(Ciudad de México, 1973), son espacios entre el mundo animal y el
universo humano, magistralmente construidos, en donde se cuecen
decisiones existenciales entre sus protagonistas, surgidos en la
convivencia de las parejas y rodeados por la presencia de un mundo
animal doméstico que proyecta lo anómalo y secreto en la vida de
sus habitantes.
Cinco
relatos en los que hay un juego de espejo entre los seres humanos y
los animales. Todos los animales que escoge la autora tienen que ver
con la vida doméstica, viven en las casas con sus habitantes: los
gatos, los peces, las cucarachas y también los hongos, que no son
animales pero habitan en nuestro propio cuerpo. Animales que están,
de alguna manera, soterrados: los peces viven bajo la superficie del
agua, las cucarachas en los márgenes y esquinas de las casas,
evitando que se les ataque con todo tipo de venenos, los gatos se
mueven de una forma sigilosa por ventanas y habitáculos... En este
escenario, los protagonistas, en un
momento determinado, deberán tomar una gran decisión que tiene que
ver con sus impulsos internos y silenciosos y, también, cómo estas
circunstancias van a determinar la realidad exterior de sus vidas.
Así, por ejemplo, una pareja de peces betta, en el agua de una
pecera, representa todas las tensiones que hay en un matrimonio. Una
gata joven, pero exultante, refleja las dificultades de un embarazo
inopinado. Las odiosas cucarachas, quizás, retratan el marco de la
lucha de clases en una sociedad emergente. Por otro lado, los
papilomas, esos hongos genitales, interpretan las ingentes
infidelidades amorosas.
Nettel,
que ya sorprendió con El cuerpo en que nací, una novela
inspirada en su infancia, escrita a modo de soliloquio, donde el
mundo infantil se presenta mucho más ominoso de lo que a simple
vista parece, aquí con estas historias naturales, recogidas en El
matrimonio de los peces rojos, se revela como una excelente
narradora de cuentos que la ha hecho merecedora del Premio
internacional de narrativa breve Ribera del Duero y advierte, al
principio del texto, con una cita de Plinio El Viejo con la
siguiente particularidad: “Todos los animales saben lo que
quieren, excepto el hombre”. Cada historia de este libro está contada por la voz de un narrador testigo. Con este recurso, la mexicana logra dar más énfasis de verosimilitud a cada uno de sus
inquietantes relatos. Nettel se apoya en una escritura de
frases construidas sin subordinadas, dando preponderancia a la frase
corta y, sobre todo, a la metáfora sustancial. Guadalupe Nettel
despliega una atmósfera turbadora en estos relatos, sostenida por
una tensión narrativa fuerte y sutil. Su calidad literaria ha tenido
encendidos elogios por parte de Enrique Vila-Matas, presidente
del jurado que le concedió el premio.
El Matrimonio de los peces rojos es un volumen
de relatos de calidad, muy interesante, en el que lo anómalo irrumpe
en la vida cotidiana a través de una trama bien construida, por medio
de una escritura pulcra y efectista.
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